miércoles, 23 de marzo de 2011

Intervención en Libia.

 No puede negarse lo poco sostenible de la situación en Libia. Ni siendo anormalmente optimistas podríamos obviar lo que ya aporta la evidencia durante estos pasados días; pero no nos es posible dejar de sentirnos apenados por la intervención más que inminente de fuerzas internacionales para pacificar y normalizar la situación en el territorio de este país norteafricano. Esta situación nos traslada a épocas que ya creíamos totalmente superadas y desde aquí nos oponemos a cualquier tipo de ocupación militar en una nación soberana.
 Distinto es el hecho de lo peculiar de la situación no sólo en Libia sino en la totalidad del territorio africano: no existe una democracia tal y como la conocemos en Europa o Estados Unidos. No puede comportarse de la misma forma la sociedad en Francia, España o Alemania que en Guinea Ecuatorial o Marruecos, entre otros factores porque se encuentran a siglos-luz de distancia de nuestra tradición democrática.
 Definitivamente, tal vez la intervención aliada haya sido inevitable, pero es lamentable.