
El Rey ha destacado los problemas hodierno de España y realizó una mención especial de entre ellos al paro juvenil. La descripción general del año en curso ha sido una vez más tan certera que podríamos confeccionar una evolución de la historia de España a través de estos mensajes navideños. Con un estilo solemne pero indudablemente claro para que todos y cada uno de los españoles pueda comprenderlo y porqué no, reflexionar sobre dicho mensaje. Notamos un lógico poso de amargura ante la situación económica internacional pero también una más que considerable invitación al optimismo y a la esperanza en una recuperación no muy lejana.